miércoles, 5 de diciembre de 2012

Combatir el estrés


       

         Para ayudar a combatir el estrés, una de las 

conductas necesarias es aprender a decir NO sin 

sentirte culpable. Querer agradarle a todo el mundo 

implica un desgaste enorme y provoca sentimientos 

de frustración y culpa. Cuando no puedas o no 

quieras cumplir con algo que se te impone y que no es 

tu obligación, sólo tenes que decir NO.





jueves, 29 de noviembre de 2012

¿VAMOS POR UNA MEJOR COMUNICACIÓN GRUPAL?




           Algunos tips: Todo el grupo debe estar al tanto con respecto al proyecto, que se encuentran realizando. Tener claras sus funciones, responsabilidades para que conozcan las metas y objetivos que deben de cumplir.
Por otro lado, lo que no se debe hacer es buscar culpables cuando las cosas sucedan mal. Se debe considerar el fallo de forma grupal y no individual. Todo el equipo debe reflexionar y examinar los puntos débiles para comenzar de nuevo. No sólo la palabra y la imagen, sino toda la conducta humana se convierte en signo de comunicación y tiene valor de mensaje: la actividad y la inactividad, las palabras, los gestos y el mismo silencio. Por tanto, es comunicación el modo de vestir, de comer, de sentarse, de hablar el modo de estructurar una celebración, un saludo o una despedida. Ah, Respeto entre sus integrantes y no caer en la trampa de los secretos grupales!!!

Ernesto Moya

jueves, 8 de noviembre de 2012

LA MASCARA (Por Gilbert Brenson)

Cada vez que me pongo una máscara, lo hago para tapar mi realidad fingiendo ser lo que no soy. Lo hago para atraer a la gente; luego descubro que sólo atraigo a otros enmascarados y alejo a los demás, debido a un estorbo: la máscara.
Cada v
ez que me pongo una máscara lo hago para evitar que la gente vea mis debilidades, luego descubro que como no ven mi humanidad; y al no ver lo que soy: sólo ven a la máscara.
Cada vez que me pongo una máscara lo hago para preservar mis amistades; luego descubro que cuando pierdo un amigo por no haber sido auténtico, es que realmente no era amigo mío, sino de la máscara.
Cada vez que me pongo una máscara lo hago para evitar ofender a alguien y ser diplomático; luego descubro que aquello que ofende a las personas con quien quiero intimar, es la máscara.
Cada vez que me pongo una máscara lo hago convencido que es lo mejor que puedo hacer para ser amado, luego descubro la gran paradoja… Lo que más deseo lograr con mi máscara, es precisamente lo que impido con ella.  (Gilbert Brenson)



¿Y VOS? ¿CUANTAS MASCARAS USASTE HOY?

viernes, 19 de octubre de 2012

Y DALE CON LA DISCRIMINACION!


Y DALE CON LA DISCRIMINACION!
QUE PARTE NO ENTIENDEN QUE LA SALUD ES UNA CONSTRUCCION SOCIAL COLECTIVA Y RESPONSABILIDAD DE TODAS Y TODOS.

El domingo 14 de octubre, la Federación de Psicólogos de la República Argentina publicó una solicitada en el diario Página 12.

La misma enuncia: “ la formación terciaria no universitaria en campos de la Psicología es preocupante por cuanto sus egresados hacen intervenciones mal realizadas en el campo de la salud, la educación y la justicia y de esa forma atentan contra el bienestar y la calidad de vida de la población y ponen en riesgo directo a la misma. Es responsabilidad del estado realizar acciones que garanticen los derechos fundamentales de sus habitantes, y con la situación descripta el derecho a la salud resulta vulnerado por la práctica que realizan los egresados de dichas tecnicaturas de nivel superior no universitario”.

Es interesante pensar este enunciado desde los conceptos “capital cultural”, “hábitus” y “campos de poder” de Bourdieu.

Parecería ser que “la Federación” es propietaria absoluta de un único saber psicológico que por otra parte es “distribuido” por una única Institución legítima: La Universidad; y que por lo tanto, todas aquellas otras prácticas profesionales derivadas de otras instituciones quedan subsumidas al campo del poder-saber-enjuiciamiento de aquellos que ostentan la legitimidad desde el “hábitus” normativo del deber ser, que responde a sus propios criterios, lógicas de verdad e intereses.

Históricamente en nuestro país los claustros universitarios fueron los formadores de dirigentes y se constituyeron en una herramienta de la política pública del estado que, con su raíz liberal, aglutinó a los hijos de las clases privilegiadas dejando para los sectores medios y bajos las formaciones profesionales no universitarias.

Con el paso del tiempo y gracias a la lucha de estos sectores y el reconocimiento de los derechos humanos a la educación, hoy nuestro país cuenta con una legislación educativa que alberga y reconoce múltiples formaciones y modalidades (Ley Nacional de Educación Nº26206 , Ley de Educación Superior Nº24521 , Ley de Educación Técnico Profesional Nº 26058).

Todas las instituciones que otorgan títulos Terciarios Oficiales de Nivel Superior no universitario están contempladas en dichas leyes e implementan sus formaciones y titulaciones ajustándose a la normativa vigente.

Es evidente, sin embargo, cómo los antiguos poseedores del saber hegemónico siguen defendiendo viejos paradigmas que cercenan, discriminan y hacen aparecer lo propio como única variable de calidad educativa y como único indicador de profesionalidad.

Por otro lado, el Ministerio de Educación de la Nación aprueba contenidos curriculares básicos, carga horaria, criterios de formación práctica, estándares para la acreditación e incumbencias, sin que esto signifique que las actividades e incumbencias aprobadas para cada carrera sean exclusivas de la misma. Del mismo modo, en el caso de los Títulos universitarios de Psicólogo o Lic. en Psicología la ley del ejercicio profesional del psicólogo establecen incumbencias propias pero no exclusivas de la profesión.

La complejidad del mundo actual hace que una misma situación u objeto de estudio pueda ser abordado desde la perspectiva de diversas disciplinas lo que implica actores, metodologías y prácticas diferenciadas pero no necesariamente subordinación de saberes.

Es necesario entonces discriminar campo disciplinar de prácticas propias de cada formación que pueden tener o no objetos de estudio e intervención compartidos.

En este sentido, calificar de “intervenciones mal realizadas” a las prácticas de egresados no universitarios da cuenta, no solo de un acto de discriminación profesional sino que obliga a interrogar desde qué lugar se realiza este juicio.

El solo hecho de compartir una situación o rasgo de un objeto de estudio, no da herramientas para evaluar las prácticas que desde otras formaciones se puedan realizar.

Más aun, desconocer la legitimidad de otras prácticas propias de otras formaciones hace también al desconocimiento de las instituciones que legítimamente las acreditan y les otorgan validez y reconocimiento.

Considerar que desde la realización de prácticas de egresados no universitarios “resulta vulnerado el derecho a la salud”, implica vulnerar el derecho a la libertad individual al estudio y al trabajo de quienes eligen formarse en carreras terciarias no universitarias y el derecho a elegir de quienes demandan los servicios de estos egresados no universitarios. Por otra parte, el derecho a la salud, está íntimamente ligado al concepto de salud, que obviamente es multidimensional y admite acentos propios de cada disciplina o área del saber.

Una vez más la impronta de la hegemonía del saber unívoco y certero capaz de naturalizar los lugares del saber y del no saber, del poder , del decir, del decidir e indicar lo que es bueno y malo para los otros , que no saben, que no pueden, que no pertenecen.

Lic. Silvia A Braida
Lic. en Educación.

Especialista en gestión educativa.
Profesora de Psicología Social. Operadora en Psicología Social.
Directora de la Escuela de Psicología Social Quilmes DIPREGEP 5115

martes, 2 de octubre de 2012

EL RECUERDO Y EL OLVIDO


El recuerdo y el olvido, a partir de la obra de Borges
Las cuatro memorias
Tomando como guía la obra literaria de Jorge Luis Borges, el autor discierne entre cuatro formas distintas de memoria: la del rencor, la del pavor, la del dolor y la del esplendor.


Por Luis Kancyper 


Entre los pliegues de la "cambiante forma de la memoria que está hecha de olvido" (Borges, "Los conjurados") distingo cuatro memorias: la del rencor, la del pavor, la del dolor, y la memoria del esplendor. Mientras que las memorias del rencor y del pavor permanecen refractarias al olvido, al perdón y al trabajo del duelar, las memorias del dolor y del esplendor integran al pasado en una diferente reestructuración afectiva espacial y temporal y propician el duro, lento e intrincado trabajo de elaboración de los duelos.
Las diferencias entre las memorias del esplendor, del rencor, del pavor y del dolor resultan elocuentes y sus efectos suelen determinar, en gran medida, la identidad del individuo y de los pueblos. En la memoria del esplendor, los recuerdos de la historia vigorizan las tres dimensiones del tiempo. El esplendor de esta memoria se basa en el hecho que la dimensión del pasado ilumina con su resplandor al presente y, al mismo tiempo, el futuro se reabre con un sentimiento oceánico y mágico a la vez. Podemos pensar que la memoria del esplendor guarda cierta semejanza con la imagen borgeana del Aleph. Es un acontecimiento en el que conviven, en un momento y espacio de fulgor y con felicidad, los tres tiempos cronológicos, sin aparente superposición ni contradicción.
En El poeta y la escritura, Borges pone de manifiesto la fugacidad de la felicidad que participa en la memoria del esplendor:
"La poesía se ha dedicado en buena parte a lamentarse; yo diría que hay un solo poeta que ha cantado la alegría presente, es el gran poeta español Jorge Guillén. Uno siente que él está cantando, que al escribir se siente muy feliz. En general se ha preferido deplorar la felicidad perdida, paraísos perdidos; en cambio Guillén ha hecho, hace gustar esa maravillosa proeza de cantar la felicidad presente, cosa que nadie parecería haber hecho. Porque en el caso de Whitman uno siente que se impuso la tarea de ser feliz, pero que posiblemente fuera un hombre desdichado. Y quizá la desdicha sea mejor material que la felicidad, porque la derrota es mejor material que la victoria, porque la derrota tiene que ser transformada en otra cosa, la desdicha también. La felicidad, en cambio, es un fin en sí mismo y no necesita ser cantada; ya es una suerte de canto la felicidad. Sus visitas son tan fugaces que debemos agradecerlas cuando llegan. Uno debe aceptar esas rachas de misteriosa felicidad y agradecerlas de igual modo que uno debe aceptar siempre la dicha, la amistad, el amor, aunque se sepa indigno de ellos".
Mientras que el pasado, en la memoria del esplendor, arroja luz hacia el presente y el futuro, en las memorias del rencor y del pavor el pasado eclipsa las otras dos dimensiones del tiempo. En la memoria del rencor, presente y futuro permanecen hipotecados para reivindicar un injusto pasado que se reinfecta por el accionar de los resentimientos y remordimientos incandescentes y compulsivos (Kancyper L., Resentimiento terminable e interminable, Buenos Aires, Lumen, 2010).
En esta memoria diferenciamos dos tipos diferentes: la memoria del rencor comandada por resentimientos y remordimientos conscientes y manifiestos (como en el cuento "Emma Zunz", de Borges) y aquella otra memoria del rencor en la que los resentimientos y remordimientos se hallan latentes, encubiertos o enmascarados (como en "Funes el memorioso").
En la memoria del rencor prevalece la esperanza reivindicatoria. En cambio, en la memoria del pavor las reminiscencias traumáticas empantanan presente y futuro con un pertinaz sentimiento de desconfianza. El presente no se vive como un verdadero presente, lo que implicaría un anclaje actual y perspectivas de futuro. El mnemonista del pavor es un forastero acosado de los caminos. No puede permanecer ni pertenecer en un lugar y en un tiempo sostenidos, le resulta imposible entablar vínculos confiables.
Jorge Luis Borges en su poema "El amenazado" describe ese mismo destino infausto del mnemonista del pavor que, como pasajero en tránsito, peregrina en busca de un futuro perdido. Este poema, escrito en 1972, sería, en gran medida, un lamento de amor por el amar imposible. El narrador borgeano no puede establecerse en una relación de amor confiable porque resulta ser rehén de la pavorosa memoria del "horror de vivir en lo sucesivo":
"Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir. Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz. La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única. ¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras, la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que uso, el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas, la serena amistad, las galerías de la Biblioteca, las cosas comunes, los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
"Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo. Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz. Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo. Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles. Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar. Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto.) El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo."
El destino del sujeto apresado por la memoria del pavor se halla regido por el accionar inconsciente de angustias de desvalimiento y de muerte que no alcanza a domeñar, a diferencia de la angustia de castración que comanda a la memoria del dolor.
En ésta no se olvida el pasado, pero se lo admite y acepta lo perdido como lo irrecuperable y resignable, lo cual posibilita el pasaje al presente y a un futuro posibles no idealizados. En la memoria del dolor, el pasado deja de ser presente para transformarse en experiencia pasada, ya que sólo de esta manera se lo puede considerar como una experiencia útil frente al presente. En cambio, el mnemonista del rencor se posiciona como una pretenciosa e injusta víctima por las frustraciones padecidas. Frustraciones, promesas e ilusiones incumplidas que lo legitiman para detentar un poder soberbio y reivindicativo, generando en la dinámica del campo intersubjetivo una tensa atmósfera de crispación, que suele exteriorizarse de un modo compulsivo a través de la queja, el litigio, el reclamo,el reproche y la venganza.
El mnemonista del dolor, a diferencia del mnemonista del rencor y del pavor, asume, por un lado, la pérdida de una vana esperanza planetaria, y por otro lado, la asunción de una otra realidad menos idealizada pero más acotada e imperfecta. En el poema "1964" Borges enfoca en cámara lenta la existencia del dolor y de la tristeza que se presentifican durante el trabajo de elaboración de un duelo normal:
"Ya no es mágico el mundo. Te han dejado./ Ya no compartirás la clara Luna/ Ni los lentos jardines. Ya no hay una/ Luna que no sea espejo del pasado,/ Cristal de soledad, sol de agonías./ Adiós las mutuas manos y las sienes/ Que acercaba el amor. Hoy sólo tienes/ La fiel memoria y los desiertos días./ Nadie pierde (repites vanamente)/ Sino lo que no tiene y no ha tenido/ Nunca, pero no basta ser valiente/ Para aprender el arte del olvido./ Un símbolo, una rosa, te desgarra/ Y te puede matar una guitarra.
"Ya no seré feliz. Tal vez no importa./ Hay tantas otras cosas en el mundo;/ Un instante cualquiera es más profundo/ Y diverso que el mar. La vida es corta/ Y aunque las horas son tan largas, una/ Oscura maravilla nos acecha,/ La muerte, ese otro mar, esa otra flecha/ Que nos libra del sol y de la Luna/ Y del amor. La dicha que me diste/ Y me quitaste debe ser borrada;/ Lo que era todo tiene que ser nada./ Sólo me queda el goce de estar triste,/ Esa vana costumbre que me inclina/ Al sur, a cierta puerta, a cierta esquina.
"Hay tantas otras cosas en el mundo".
En la memoria del dolor se posibilita aprender el arte del olvido, y la apropiación del dolor puede convertirse en una fuerza dinámica capaz de propiciar la reconstrucción de un sentido propio y comunitario. Los duelos comandados por el dolor y no por el rencor ni por el pavor habilitan al sujeto a dar eficazmente vuelta la página de su historia repetitiva para habilitar entonces un nuevo comienzo.
Marc Augé otorga una función fundamental al olvidar. Señala "que es necesario; tiene un papel muy activo. Porque lo que se olvida va dibujando las formas de lo que se recuerda. Es como un trabajo de escultura. Lo que queda no es un recuerdo, simplemente, sino un recuerdo trabajado por el olvido".
La definición del olvido como labor de cincelado del recuerdo toma otro sentido en cuanto se percibe como un componente actuante y secreto que opera en la configuración de la propia memoria y Borges señala precisamente este delicado balance ente el recuerdo y el olvido en su poema "Un lector":
"Mis noches están llenas de Virgilio,/ Haber sabido y haber olvidado el latín/ Es una posesión, porque el olvido/ Es una de las formas de la memoria, su vago sótano,/ La otra cara secreta de la moneda..."
En efecto, el olvido y la memoria se dan en forma conjunta y se condicionan recíprocamente como el anverso y reverso de las monedas.
Pero el fugitivo del pavor, como así también la víctima y victimario del rencor, se regodean en una memoria que los atenaza y que no pueden olvidar, que no pueden mantener a distancia del consciente. Los mnemonistas del pavor y del rencor permanecen inquietos en el umbral de una irrefrenable huida y despedida. Borges, en Diálogos de vida y de muerte, señala la relevancia de la despedida: "Quizás el momento de la despedida es el momento más intenso en la relación entre dos personas. Cuando uno se despide de alguien, uno está más con esa persona que si uno la ve vulgarmente. Al mismo tiempo uno sabe que ésa es la última vez. Quiero decir que en la despedida se dan a la vez la máxima presencia y la máxima ausencia, ¿no?".
* Miembro titular de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Autor de Resentimiento terminable e interminable y otros libros.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

PSICOLOGÍA SOCIAL - ENRIQUE PICHON-RIVIÈRE.



El contraste que más sorprende al psicoanalista en el ejercicio de su tarea, consiste en descubrir con cada paciente que no nos encontramos con un hombre aislado, sino ante un emisario; en comprender que el individuo como tal no es sólo el actor principal de un drama que busca esclarecimiento a través del análisis, sino también el portavoz de una situación protagonizada por los miembros de un grupo social (su familia), con los que está comprometido desde siempre y a los que ha incorporado a su mundo interior a partir de los primeros instantes de su vida.

Durante años, las ciencias pretenciosamente llamadas "del espíritu" negaron al hombre total, fragmentándolo en su estructura y destruyendo su identidad. Así nació una psicología disociante y despersonalizada para la cual la mente se disgregaba en compartimentos estancos. Como resultado de esta división escapó al psicólogo el problema de la acción; se trabajaba con la imagen de un hombre estático y aislado de su contorno social. Quedaron así al margen del análisis sus vínculos con el medio en que vivía sumergido.

Investigadores con mayor coraje se atrevieron a romper con las normas vigentes y tomando como punto de partida situaciones concretas y vivenciadas en lo cotidiano (un partido de fútbol, por ejemplo), ubicaron el acontecer psicológico en una nueva dimensión: lo social. Tal el descubrimiento de Herbert Mead, que concibió al hombre como un ser habitado y dinamizado por las imágenes de la realidad externa, que al ser incorporadas y actuadas en el interior, revisten en cada uno de nosotros una forma personal y se transforman en el signo de nuestra identidad. La vieja oposición entre el individuo y sociedad se resuelve entonces en este nuevo campo (el de la Psicología Social) en la que sólo existe el hombre en situación. Pero tal síntesis teórica se enfrenta en la acción con elementos aparentemente antagónicos, como pueden serlo la determinación mecánica por lo social, de un lado, y la libertad individual, del otro; es decir, la imitación y la creación.

Lo primero engendra un peligro: la alienación; lo segundo desencadena un temor: el miedo a la libertad.

La Psicología Social se esfuerza por salvar en cada hombre ese conflicto que lo desgarra interiormente, capacitándolo para integrar su individualidad, su "mismidad" con ese mundo social a que pertenece y que lo habita.
La labor del investigador social consiste en indagar las dificultades que cada sujeto tiene en un grupo determinado, que puede ser su familia, la empresa donde trabaja, la comunidad a la que pertenece. Esto da lugar a los distintos niveles de investigación.

El campo de acción del psicólogo social es el de los miedos; su tarea es esclarecer su origen y el carácter irracional de los mismos, los que en última instancia pueden ser reducidos a dos: el miedo a la pérdida y el miedo al ataque. Ambos se alimentan en un clima socioeconómico cuyo común denominador es la inseguridad básica, vinculada con la incertidumbre que rodea a los medios de subsistencia y que constituyen el cortejo obligatorio de la moderna organización industrial. En particular, esta inseguridad se refiere a la limitada oportunidad de ocupación, a los escasos ingresos, al paro, a la enfermedad, a la vejez. Esta ansiedad, cuando es vivida en forma grupal, adquiere las características del temor a la muerte y a la desintegración familiar. Lo que trata de lograr el psicólogo social a través de su tarea es el reajuste de los mecanismos de seguridad, que se expresan como situación de encontrarse a salvo, con defensas frente al azar. Habitualmente ese concepto se refiere a las condiciones económicas. La seguridad social implica la certeza de haberse liberado de los fantasmas de la miseria, la desocupación, la vejez y la muerte.

Dentro de ese clima de inseguridad que toma el psicólogo social como campo de su tarea, sufrirá impactos provenientes en forma también de incertidumbre, ligadas a su historia personal por un lado y, por el otro, a la desconfianza o actitud doble del contratante que le adjudica una omnipotencia excesiva en la resolución de los problemas y, simultáneamente, mantiene una desconfianza crónica frente a los resultados que tratará siempre de interpretar como productos del azar. El psicólogo social tendrá entonces que vencer fuertes resistencias provenientes de sí mismo y de los otros, y podrá superar este cerco de ansiedades y desconfianzas con una buena instrumentación.

Es decir, ser psicólogo social es tener un oficio, que debe ser aprendido, ya que no se nace con esa posibilidad. Sólo cuando puede resolver sus propias ansiedades y sus perturbaciones en la comunicación con los demás puede lograr una correcta interpretación de los conflictos ajenos. En la medida en que el sujeto dispone de un buen instrumento de trabajo, resuelve inseguridad; recién entonces es un operador social eficiente.



sábado, 25 de agosto de 2012

¿El Arte de Qué?

Por Ernesto Moya

     Este artículo surge de mi inquietud por tratar de ver un poco más allá de lo que los hechos me muestran. Ya que muchos de nosotros nos dejamos seducir por los discursos y jamás analizamos detalladamente el juego político o comercial con el cual se manipula a la ciudadanía. En estos días me sorprende la gran difusión que hay en todos los medios de comunicación y además enredado en lo político, la llegada de un líder espiritual. También me sorprende y preocupa la fascinación que produce esto en muchos amigos y conocidos ¿Que vacío viene a llenar este personaje? ¿Quien dejó ese vacío? ¿El Estado? ¿Las instituciones? ¿Esas expresiones de tanta bondad con sonrisas beaticas son auténticas? ¿Es éste un líder de masas?
Esto me remite a pensar que para Freud la masa es guiada casi con exclusividad por el inconsciente. Para la masa lo irreal siempre prevalece sobre lo real. Siempre demanda ilusiones. Se caracteriza por ser impulsiva, voluble y excitable. Aparece un sentimiento de omnipotencia haciendo desaparecer lo imposible, por lo que desconoce la certeza y la duda. La masa, para Freud y Le Bon, jamás solicita verdades.
Lo esencial para la multitud es la presencia de una figura central e inspiradora que los incite a la acción. Cabe resaltar que en la masa o multitud los individuos pierden sus características personales y pasan a ser una unidad casi indivisible que seguirá al líder. Freud en su Psicología de las masas y análisis del yo  nos ofreció un análisis preciso de la función del amor al líder y la sumisión que comporta.
Para Le Bon, por el solo hecho de integrar una multitud, los individuos adquieren una especie de alma colectiva que, a pesar de sus diferencias individuales, los hace obrar, sentir y pensar de manera distinta a como lo harán de manera individual. La personalidad individual desaparece y cada individuo empieza a actuar a partir de una fuerza inconsciente de tipo social o colectivo. Queda así al descubierto una base inconsciente común, nivelándose todas las diferencias. Le Bon intenta explicar este fenómeno de masas por tres factores: liberación instintiva, contagio mental, y sugestibilidad.
Al líder lo hacen, en gran medida, sus seguidores, que por sus atravesamientos y condicionamientos sociales buscan posiblemente, alguna figura de este tipo.
Me refiero a condicionamientos sociales, ya que  la sociedad está predispuesta a la somatización a un líder, ante la demanda inmediata de éste, por  todos los problemas de una sociedad fragmentada es necesario que alguien ocupe ese lugar.
La religión, en la llamada Nueva Era o New Age, ha ido  prendida de las necesidades de las personas enriqueciendo a unos cuantos líderes espirituales.  "Bienestar físico, emocional y espiritual", "paz interior", son los conceptos con los que juegan estas  corrientes, algo poco original. Hoy la propuesta es tener pensamientos "felices" para provocar que las moléculas del cuerpo lo sean también. Para buscar la "armonización" o el "equilibrio cuántico" del cuerpo.
En los próximos días tendremos en nuestro país la visita de  Sri sri Raví Shankar. Un líder espiritual multimillonario.  Ravi Shankar Ratnam, nació el 13 de mayo de 1956, en Tamil Nadu, India. Líder humanitario y espiritual, fundador de la organización “El Arte de Vivir” (ONG creada en 1982), cuyo principal objetivo es “aliviar tanto el estrés de los individuos como los problemas de la sociedad y la violencia”. Comúnmente se refieren a él sólo como "Sri Sri" (un título honorífico). Es uno de los líderes espirituales más famosos de la India moderna. Pero, deberíamos preguntarnos ¿Quién es Sri Sri Ravi Shankar?  La organización "sin fines de lucro" que dirige Ravi Shankar afirma estar en 151 países y tener 20 millones de seguidores. Algunos dicen que es la más próspera de las sectas orientales del momento. Hay datos que afirman que el mercado de los nuevos "gurús" y pseudo terapias new age mueve, solo en los Estados Unidos, unos seis mil millones de dólares al año.
Los líderes espirituales no son algo nuevo en India, donde los hay más que en cualquier otra nación. Lo que ha cambiado en los últimos tiempos, en el contexto de la globalización, es que ya no se trata solo de un conjunto de creencias o de fe personal, es también una industria, cuyo valor se estima como dije antes en millones de dólares. Creo que no podemos negar que esta organización es un nuevo emergente de un mundo en crisis. Las crisis sociales son procesos que se despliegan en el ámbito de lo social, y por lo tanto, como sujetos del sistema estamos todos comprometidos. En las crisis sociales podemos sentirnos  invadidos por una experiencia de paralización, nos sentimos en soledad y confusos, desdibujándose el futuro y apareciendo vacío frente a nosotros. A pesar de la confusión, parálisis, violencia, crisis personales, sociales, institucionales, la crisis también nos presenta la posibilidad de una toma de conciencia, abriendo nuevas posibilidades, dándonos la oportunidad de ser protagonistas activos de los acontecimientos, obligándonos muchas veces a salir del bunker de la comodidad y también a ocupar una actitud crítica frente a un discurso instalado como natural.
Tal vez nos hayamos convertido en un instrumento más de producción, con baja autoestima, devoradores de libros de autoayuda, y haciéndonos  permanentemente  preguntas sobre el sentido de la vida, y casi sin darnos cuenta vamos camino a la soledad y la incomunicación (en la era de la comunicación). Creo que estamos atravesando una evidente crisis y vacío de valores, y es aquí donde aparecen los sanadores del alma. Sería interesante pensar en trabajar y recomponer los vínculos sociales, abrir nuevos caminos y buscar los valores que le den sentido a nuestras vidas dejando de lado el pensamiento mágico y la llegada del mesías que resuelva nuestros problemas. Para muchos El Arte de Vivir presenta un gran atractivo, se ofrece algunos efectos benéficos de la religión, pero sin religión. Se adecua fácilmente a estos tiempos light y fast-food . Es un producto que entra fácilmente al mercado y que puede ser consumido  en un fin de semana de relax, por medio de una serie de sencillas técnicas respiratorias. El Arte de Vivir difunde ancestrales y conocidas técnicas orientales, pero  como si fueran de su propiedad, y las publicitan como si fueran la gran maravilla del siglo XXI. Escuché decir que las personas que asisten deben designar un compañero para “cuidarse” mutuamente (angelito). De esa forma la organización no necesita perseguir directamente a los que participan para asegurarse su asistencia. Se realizan procesos de alta carga emotiva, el curso se cierra con un bombardeo de afecto y cantos repetitivos que facilitan el trance colectivo. Los asistentes no tienen que revelar el contenido de las reuniones, dicen que al ser vivencial no se puede explicar. Eso sí, los egresados deben estimular a sus amigos a realizar el curso. El contenido de este tipo de actividades produce en el sujeto una reducción en el estado de alerta y del pensamiento crítico. Muchas de las personas que pasan por ahí encuentran un nuevo grupo de pertenencia, compran merchandising, participan en la promoción de eventos y donan horas de trabajo voluntario. En muchos casos se utilizan diferentes estrategias  psicosociales para llegar a un sector de la sociedad que se quiera captar, casi siempre se recurre a personajes famosos de gran llegada al público. En este caso se trata de captar a figuras importantes de cada país para influenciar positivamente en la opinión pública y ahorrar en grandes campañas publicitarias.
No solo ofrece merchandising, también agencia de matrimonios, inversiones inmobiliarias, agencia de trabajo, agencia de viajes, restaurantes hasta bebidas con la bendición del gurú y el agua  de la sabiduría. Si bien la fe no se discute, como dije anteriormente, creo que es necesario salir del bunker de la comodidad y ocupar una actitud crítica frente al discurso instalado como natural.
Para los que quieran saber un poco más de este tema, aquí les dejo los links:


Agencia de matrimonios

http://www.sumerupariwar.org/Matrimony_Index.aspx

viernes, 24 de agosto de 2012

La Educación Prohibida - Película Completa HD

Sinopsis:
La escuela ha cumplido ya más de 200 años de existencia y es aun considerada la principal forma de acceso a la educación. Hoy en día, la escuela y la educación son conceptos ampliamente discutidos en foros académicos, políticas públicas, instituciones educativas, medios de comunicación y espacios de la sociedad civil.Desde su origen, la institución escolar ha estado caracterizada por estructuras y prácticas que hoy se consideran mayormente obsoletas y anacrónicas. Decimos que no acompañan las necesidades del Siglo XXI. Su principal falencia se encuentra en un diseño que no considera la naturaleza del aprendizaje, la libertad de elección o la importancia que tienen el amor y los vínculos humanos en el desarrollo individual y colectivo.

A partir de estas reflexiones críticas han surgido, a lo largo de los años, propuestas y prácticas que pensaron y piensan la educación de una forma diferente. "La Educación Prohibida" es una película documental que propone recuperar muchas de ellas, explorar sus ideas y visibilizar aquellas experiencias que se han atrevido a cambiar las estructuras del modelo educativo de la escuela tradicional.

Más de 90 entrevistas a educadores, académicos, profesionales, autores, madres y padres; un recorrido por 8 países de Iberoamérica pasando por 45 experiencias educativas no convencionales; más de 25.000 seguidores en las redes sociales antes de su estreno y un total de 704 coproductores que participaron en su financiación colectiva, convirtieron a "La Educación Prohibida" en un fenómeno único. Un proyecto totalmente independiente de una magnitud inédita, que da cuenta de la necesidad latente del crecimiento y surgimiento de nuevas formas de educación.

martes, 14 de agosto de 2012

"Un Juego Absurdo" (HD) -


Cortometraje argentino, dirigido por Gaston Rothschild.
Argentine short film, directed by Gaston Rothschild
19 premios. Más de 50 festivales internacionales.
19 awards. More than 50 international festivals.





PSICOLOGIA SOCIAL: Una Mirada Pichoniana


Fue realizado con motivo del lanzamiento en la ciudad de Corrientes del "Congreso Nacional de Psicologìa Social en el NEA".


viernes, 10 de agosto de 2012

“En la poesía y en la locura hay un mismo soplo”


DIALOGO CON JACOBO FIJMAN


“En la poesía y en la locura hay un mismo soplo”

Por Vicente Zito Lema

Rescatar la voz de Jacobo Fijman es, siempre, volver a plantearse todas las preguntas. En esta entrevista, entre mil cosas, observa que “los médicos dicen que en mi obra no hay signos de enfermedad. Y aunque no son gente de gran entendimiento, en esto aciertan, ya que no hay en mi poesía nada en contra de la gramática, y menos todavía en contra de los grandes estupores que nos presenta la vida. Pero a la vez presiento que en la poesía y en la locura hay un mismo soplo”.


–Hay en su obra, especialmente en sus primeros poemas publicados, una constante referencia a la locura. Incluso la invoca como si fuera el camino para cumplir su destino, “el camino más alto y más desierto”. ¿Por qué esa invocación? ¿De qué demencia se trata? ¿Es una invocación filosófica, en el sentido de Platón, o usted habla concretamente de la enfermedad mental, del sufrimiento y de la internación que usted padece?
–Me refiero a la demencia en el sentido más total, absoluto. Hay formas de la demencia que obedecen a los nervios centrales y otras a los nervios periféricos. Pero también puede ser un castigo. El que va a nacer elige ser bueno o malo. Eso se da hasta con las vacas. También es cierto que la mayoría de los demonios tienen la médula desviada. Cualquier enfermedad, aun el cáncer, es estado de locura. Los médicos tendrían que seguir a fondo las enseñanzas de Hipócrates, que curaba hasta con fuego. ¡Y pensar que incluso hay gente que se alegra de estar loca! La demencia debe ser vista desde un punto de referencia moral. A esa pobre gente que está en el hospicio habiendo pasado por lo más horrible habría que darle buena comida (aquí la comida es pésima), y enseñarles a sentarse a la mesa, a no robar, a no blasfemar... Hay que cambiar, fundamentalmente, la higiene. Es que el hambre, el abandono, la suciedad, las humillaciones, la crueldad de la pobreza contribuyen al deterioro sin tregua de la criatura humana, de su cuerpo y de su alma. Es cierto, en mi poesía invocaba la locura. Aquí se conoce la locura.
–La relación entre el arte, las crisis espirituales más profundas, esos estados que suelen calificarse de locura o demencia, continúa siendo un misterio de difícil revelación. En su criterio, ¿en qué medida la enfermedad mental puede influir en una obra artística? Y de darse: ¿cómo se percibe esa influencia? ¿Con qué palabra se describe? ¿Quién puede rendir cuentas de la normalidad de un abismo por fuera del abismo?
–Diría que es un misterio de esencialidad poética, que se arrima a lo divino, y que no puede ser debidamente abarcado por quien no se haya purificado en el fuego de la poesía, primero su lengua y su razón, y después su alma. Corelli escribió su sonata “La locura” después de estudiar durante años esas enfermedades. Y cuando terminaba de tocar la sonata en su casa salía a la calle a conocer a la gente, viendo con tristeza que la mayoría estaban locos. Yo he investigado el alma, también la psiquiatría, en tanto se ocupa del alma, sin decirlo y sin saberlo, lo que aún es más trágico. Y sé que los ciegos y sordomudos son dementes. Que los muy ricos y los que llevan uniformes son dementes y peligrosos. Y que los que visten sotanas y se llaman hijos de Cristo son los más dementes, hipócritas y demoníacos de todos. En cuanto a mi obra, los médicos dicen que no hay en ella signos de enfermedad. Y aunque no es gente de gran entendimiento, en esto no se equivocan, ya que no hay en mi poesía nada en contra de la gramática, y menos todavía en contra de los grandes estupores que nos presenta la vida. Pero a la vez presiento que en la poesía y en la locura hay un mismo soplo.
–¿El soplo de la inocencia?
–¡Y del espanto!
–En el nombre de la “razón”, la sociedad prohíbe el delirio, las leyes y la psiquiatría lo castigan. ¿Pero qué es el delirio? ¿La secreta necesidad poética de la especie humana? ¿La creación de un hombre superado por su conciencia y su dolor para no estrellar su cabeza contra un muro?
–Hay un delirio poético, del que padecen los poetas, los artistas, y que no siempre es doloroso aunque provoque angustia. Pero el delirio que yo conozco en la profunda intimidad de mi ser es el del hombre que busca todos los caminos en una gran oscuridad para encontrarse con Dios. Acá, en el hospicio, hay otros delirios, pero se apagan lentamente... Siempre el delirio es como salirse de un surco, un arado que escapa del surco.
Los tribunales clasifican a los enfermos en tres categorías. Primer grupo: el de la fatuidad (imbéciles, idiotas). Segundo grupo: los frenéticos.
Tercer grupo: el de la insania. A mí me incluyen en el tercer grupo... ¿Podrán saber que hablo con Dios, que me besan los ángeles? ¿O burdamente piensan que deliro cuando me niego a repetir que dos más dos son cuatro? Me pregunto, usted ama la poesía, pero vive fuera del hospicio, ¿eso lo salva del delirio?
–Yo me pregunto si quiero ser salvado... Para mí el delirio son instantes. Instantes que duran toda una vida. Y es un derecho profundo, personalísimo. Lo veo como una demostración de que el alma existe.
También siento el delirio como una virtud humana, que trae la gloria, y nos sostiene ante la mirada de la muerte; entonces intuyo que el precio de su existencia es el infinito espanto de estar abandonados y solos en el momento de la verdad...
–A mí me espanta su tristeza; tendría que volver a Dios. Porque su tristeza puede convertirse en una ofensa para el infinito amor de Dios. Yo puedo pedirle a Dios que en el momento de su muerte lo reciba. Pero tendrá que esperar, el río de su viaje es caudaloso. Además aquí en el hospicio, siento por momentos que ya no soy yo. Todo languidece, se opaca... Es tan difícil vivir aquí sin que el alma se convierta en una piedra... ¿Será por eso que los médicos todavía persiguen la piedra de la locura? Hay noches en que miro la noche y me río. Horas y horas me río, pero en silencio, que nadie me escuche...
–A través de la experiencia de su larga reclusión, ¿piensa que hubo alguna evolución en las técnicas psiquiátricas, en la comprensión del mundo diferente del internado, en la situación de vida en el hospicio? ¿Es una desmesura imaginar en este lugar a un psiquiatra que ve en los ojos de su paciente la luz sin mácula y a la par desgarrada de la poesía?
–¿Ver la luz celeste de la poesía en la oscuridad perversa de un infierno...? Sólo Dios, o los ángeles podrían hacerlo. Me cuesta hablar de la realidad del hospital en forma tan directa, particular. No se olvide de que para la sociedad sigo siendo un loco, un incapaz de buenos juicios. Que debo, al menos en lo formal, aceptar el orden que se me impone, por injusto que sea. Es que no tengo defensas. Ya no existo para el mundo exterior; soy –aunque yo sé bien lo que en realidad soy– un poquito más de esa basura que se aparta para que no hiera con su hedor. Eso sí, por lo que yo puedo testimoniar en carne viva, diría que la psiquiatría vigente no merece ser tratada ni analizada como ciencia. No han ido más allá del castigo indiscriminado, del electroshock o la receta de pastillas. En cuanto a saber del espíritu, nada, nada. ¿Pero acaso podríamos pedirle a la psiquiatría de hoy que entienda lo que es un poseso en la filosofía de Platón? Aun así debemos tener compasión por las ciegas criaturas que nos dañan. Y paciencia: paciencia del amor y del llanto...
–¿Tendrán idea los que dirigen estos hospicios del daño que causan? ¿Sabrán de la falsedad esencial del sistema de representaciones que encarnan? ¿Estarán en conciencia de esa herida que agravan en el espíritu del internado hasta volverla crónica, mortal...?
–Si tienen idea, la callan. Si tienen conciencia, la reprimen. Se escuchan orgullosos a sí mismos en ese páramo silencioso que llaman ciencia, y no contemplan en su espejo vacío nada de nada. Para ellos el bien es salud, y la salud silencio y obediencia, aceptar el infierno y dar las gracias. Están por la experiencia, prefieren defender la razón. ¡Todo es una gran tragedia!
–He visto que en el hospital, bajo la lógica manicomial, y amparados en el poder, los dueños del saber confunden la experiencia con la rutina y el acostumbramiento, y la razón, la diosa Razón, la reducen a imponer la obediencia, mientras la verdadera razón huye despavorida... En estas circunstancias pregunto: ¿Qué hace aquí? ¿Por qué sigue aquí? ¿Han leído los médicos su poesía? ¿Hay algo más certero que la poesía para conocer la verdad profunda de un hombre?
–Usted cree demasiado en la poesía, le espera una vida difícil. Yo también creo, pero desde la resignación. El misterio de la poesía nos saca de la influencia de la carne y nos permite esperar la noche divina. Soy un poeta que ya no busca las palabras, sino el verbo; pero para los médicos y los jueces, para su cruel simpleza, sigo siendo un enfermo mental. Sin embargo, para mí, la sociedad en su conjunto está trastornada. Gran parte de la gente padece de problemas mentales, en especial los psiquiatras, los gobernantes, los hombres del poder. ¿Es que alguien sabe lo que es el alma, lo que es el intelecto? ¿Es que alguien ama a su prójimo como a sí mismo? Los que ven a un preso, ¿miran al preso? Los que vienen al hospicio, ¿miran al loco?

Fragmento de un diálogo que tuvo lugar en 1968, en el Hospital Borda, donde Jacobo Fijman se hallaba internado desde la década de 1940; publicado en la revista Crisis, Nº 11, marzo de 1974, e incluido en el libro de Vicente Zito Lema Diálogos. Encuentros con Jacobo Fijman, Enrique Pichon-Rivière, Fernando Ulloa y León Rozitchner, de reciente aparición (Ed. Topía).

La colifata. Presenta Lalo Mir


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viernes, 3 de agosto de 2012

Reportaje a Ana Quiroga, por "La retaguardia"

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Reportaje realizado por el programa radial "La retaguardia" a Ana Quiroga , directora de la Primera Escuela Privada de Psicología Social, Dr. Enrique Pichón Rivière

jueves, 2 de agosto de 2012

Lanzamiento del Congreso en Resistencia, Chaco


PRESENTACIÓN DE TRABAJOS FECHA EXTENDIDA JUEVES 02 DE AGOSTO  





Lanzamiento del Congreso en Resistencia, Chaco


Nuestras sociedades hoy atraviesan transformaciones vertiginosas, de las cuales devienen crisis y cambios profundos que implican rupturas de esquemas y tramas vinculares.
Los sujetos padecen los desequilibrios en el núcleo de los grupos de pertenencia y la Psicología Social delineada por el Dr. Enrique Pichón Riviere posee el marco teórico, metodológico y práctico que nos permite a los trabajadores de la disciplina, operar potenciando la acción y la producción creativa de los sujetos,  a fin de que los mismos puedan encontrar soluciones a resistencias ocasionadas ante dichos cambios en los distintos ámbitos como ser la familia, las instituciones, los grupos, la comunidad dónde se desarrolla la interacción humana.
Dicho Congreso Nacional de Psicología Social en el NEA proyecta difundir nuestra tarea como profesionales en la Región y en el País, ya que contaremos con la visita de compañeros que hace más de 50 años ofrecen praxis en la disciplina, aportando herramientas que favorecen el logro de transformaciones positivas a la hora de la resolución de conflictos y alcance de soluciones autogestivas, participativas y en promoción de la calidad de vida de los sujetos en la sociedad.
Nuestra profesión se enmarca en la Ley Provincial del Trabajador de la Psicología Social 6353 y su Decreto Reglamentario Nº 1025, asimismo contamos con la Ley Provincial del día del Trabajador en Psicología Social 6317, mediante la cual se conmemora el 25 de Junio el día de los Trabajadores de la Psicología Social.
El Congreso es abierto a estudiantes y profesionales de las ciencias psi - sociales - humanísticas, docentes, sujetos promotores de la educación, la salud, los derechos humanos, la cultura, el desarrollo social, ltrabajo, ciudadanía,etc. Esperamos contar con la representación de todas y todos los compañeros de la disciplina e interdisciplina, del mismo modo con quienes estén interesados en las praxis grupales para las trasformaciones necesarias y posibles de nuestra sociedad.


EJES TEMATICOS SIMPOSIO Y TALLERES:
TURNO MAÑANA:
- CIENCIA Y PSICOLOGIA SOCIAL 
La Psicología Social delineada por el Dr. Enrique Pichón Riviere  puede considerarse como “nueva” dentro de las Ciencias Sociales, su campo específico son los vínculos de los sujetos, los equipos de trabajo, los conflictos ante los cambios cotidianos, la comunicación,  planificación de tareas grupales, etc.; reencontrándonos en un nuevo encuentro, será una apuesta riquísima para entramar necesidades comunes de nuestra disciplina al servicio de las necesidades socialmente objetivadas. Podemos dar respuestas ante estas realidades compartiendo nuestra praxis en el NEA.
Además la formación de nuevos trabajadores de la Psicología Social, es responsabilidad de todos y todas.  El desarrollo del conocimiento y el aporte de las diferentes ciencias humanas en estos años, da cuenta de la complejidad de lo que significa abordar la realidad del hombre, en su ser situado, constructor de vínculos, productor de subjetividad. Pichón propuso un ECRO para entender la realidad, ha pasado mucho tiempo y  los cambios producidos en diferentes niveles, nos siguen desafiando a dar respuestas  significativas y deontológicas a la hora de intervenir con nuestra “caja de herramientas”.


- SALUD Y PSICOLOGIA SOCIAL
La salud es un estado de bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades. Esto  implica un modo de vivir que nos permita el pleno desarrollo de nuestras capacidades; la complejidad de  la Vida, exige aportes creativos y articulados  de los profesionales de la psicología social y de la interdisciplina que posibiliten este  abordaje con la especificad que nos caracteriza.
La Psicología Social pichoniana se inscribió en épocas de debates intensos sobre nuevos paradigmas y modelos ante criterios de salud y enfermedad hegemónicos instituídos; hoy más que nunca nos debemos el pensar y hacer en el acontecer de la relación sujeto - mundo de la salud - Salud Mental. El campo es de una extensa complejidad ya que nos referencia a la crítica de la vida cotidiana. La nueva Ley de Salud Mental entiende la salud como un proceso, en el que operan muchos factores bio-psico-social, implica las interdisciplinas y se apoya en los derechos humanos de los sujetos que padecen. 
Nuestra mirada, basada en el criterio de salud pichoniano, debe contemplar la construcción social de la Salud, la prevención y la promoción, las posibilidades que tienen los sujetos de crear, sostener un proyecto, vincularse con los otros y trasformar los necesario para su mejor desarrollo y crecimiento. Nuestro abordaje será entonces, integrador y abarcativo a todos los seres humanos, incluyendo en esa mirada, las instituciones, los grupos, la familia, la comunidad, y el cómo inciden estos,  en los procesos de enfermedad - salud de los sujetos. Acompasar procesos instituyentes basados en estos criterios, es tarea de los Trabajadores de la Psicología Social.


- DERECHOS HUMANOS Y PSICOLOGIA SOCIAL 
Crear conciencia de que el Derecho lo construimos entre todos los actores sociales en una correlación de fuerzas de las clases sociales dominantes-dominados, en un momento histórico; y acompañar, promover y propiciar la construcción de espacios, vínculos y subjetividades que reivindiquen el pleno ejercicio de los Derechos Humanos comprendidos como las “necesidades humanas socialmente objetivadas”, para que de esta manera, puedan luchar y demandar tenerlos garantizados, es un trabajo imprescindible e impostergable del trabajador de la Psicología Social. Este Congreso también pretende compartir aquellas praxis de los trabajadores de la Psicología Social que cotidianamente intervienen en esta dirección.
TURNO TARDE:

- EDUCACIÓN Y PSICOLOGIA SOCIAL 

La educación puede definirse  de diferentes maneras, pero preferimos comprenderla para su abordaje como el proceso de socialización de los individuos.  Mediante ella,  una persona asimila, internaliza  y aprehende conocimientos. Asimismo implica una concientización cultural y conductual, donde las nuevas generaciones adquieren un bagaje de valores culturales de la humanidad. La Psicología Social tiene la responsabilidad de acompasar esos procesos de trasmisión de manera crítica, desnaturalizando y cuestionando todo lo que sea necesario para lograr que dicho aprendizaje sea una síntesis superadora de lo instituido. En los procesos sociales hay que tener en cuenta las motivaciones de los sujetos en la interacción con los otros, y contextualizar los procesos desde los ámbitos dónde se opera, familia,  escuela, los medios de comunicación, avances tecnológicos, etc. Son muchas las problemáticas que abordan los trabajadores de la psicología social en la Institución Educación, promoción del derecho a la educación y la salud, integración y organización de los actores involucrados, conflictos, mediación, autonomía, autogestión, etc., participaremos con demostraciones de nuestros abordajes y la real importancia de nuestro rol en lo cotidiano.

- CULTURA EN LA DIVERSIDAD Y PSICOLOGIA SOCIAL
La Cultura como conjunto de ideas, valores, creencias, costumbres compartidas por muchos sujetos y trasmitida de  generación en generación en un proceso histórico social determinado; en la actualidad agencia cambios profundos, los cuales debemos abordar y comprender desde nuestra especificidades como profesionales psicosociales. Muchas identidades nuevas irrumpen en un proceso de subjetivación, y nuestro hacer leyendo lo que emerge para poder afianzar modos yoicos de producción de subjetividad, acompasando los cambios cualitativos que garantizará sujetos activos, autónomos, autogestionarios y cooperativos, protagonistas de su historia.
Si hay algo que Pichón nos señaló cómo riqueza para que lo tengamos en cuenta y las respetemos, son las particularidades subjetivas, culturales, sociales, históricas, geográficas, las diferencias,  y la heterogeneidad, que se presentan en los procesos grupales. Tarea que nos implica cotidianamente..


- DESARROLLO SOCIAL, LOCAL, SUSTENTABLE Y PSICOLOGIA SOCIAL
Cada lugar, zona, región, aporta sus riqueza tanto a nivel cultural como geográfico, económico, productivo, ecológico y social. La variedad del entorno promueve el establecimiento de vínculos que construyen  y constituyen el modo de ser de los diferentes grupos, organizaciones y comunidad,  facilitando o dificultando  la posibilidad de un desarrollo original, propio, enriquecido o alienado. Las políticas públicas no siempre están atentas a las necesidades comunitarias trasmitidas generacionalmente, es menester acompañar los procesos de formación de identidades para que estas sean quienes se organicen y autogestionen la solución de sus necesidades colectivamente. Nuestro desafío debe estar puesto en la producción de conocimientos relevantes para el desarrollo sustentable que satisfagan necesidades o actitudes o conductas de los sujetos de cada región. 
EMAIL DEL CONGRESO: congresopsicologiasocialnea@gmail.com BIENVENIDOS AL NEA!!!!